Informes Técnicos
En nuestro estudio, aparte de proyectar también realizamos otras tareas de carácter más analítico que creativo pero no menos importantes para las personas, como pueden ser Informes de Inspección Técnica de los Edificios (los conocidos como ITE) o Certificados de Eficiencia Energética.
Informes ITE (Inspección Técnica de Edificios)
Las ITES son lo que en automoción serían las ITVs, un reconocimiento visual de un edificio con el fin de comprobar el buen estado o no del mismo. Se visitan las zonas comunes del edificio en cuestión de arriba abajo, y se analizan las estructuras, las instalaciones, las fachadas, la cubierta … intentando detectar si hay deficiencias. En función de la gravedad de éstas, se clasifican en muy graves, graves, importantes y leves, y dependiendo de los tipos se consigue o no el llamado Certificado de Aptitud del edificio. Asimismo, este certificado tendrá una validez en tiempo en función de las deficiencias antes mencionadas, que requerirán o bien un control de verificación a los 6 años si se han encontrado deficiencias importantes, o bien un Programa de Rehabilitación cuando las deficiencias sean graves o muy graves , y constará de un proyecto para corregirlas, con unos plazos estipulados a cumplir por parte de los vecinos. Un informe considerado sin deficiencias o leves da un Certificado de Aptitud de 10 años.
Pobreza Energética
Decíamos que para hacer el informe se visitan todas las zonas comunes del edificio pero esto conlleva también entrar en los pisos (de los que sean o te permitan entrar) para verificar temas comunes como pueden ser el estado de la fachada, los pasos de instalaciones, humedades (especialmente los pisos bajo cubierta), de estructura, galerías, patios comunitarios, de ventilación, etc … Y es cuando entras en la vida de los demás, cuando entras en su casa, cuando te das cuenta de los dramas reales que sufren muchas familias. Abuelos viendo la tele con una manta, niños con los mocos colgando, ausencia de calefacción, humedades de condensación por puentes térmicos flagrantes… La llamada Pobreza Energética, vista con toda su crudeza.
El informe consta en su parte final de una serie de consideraciones que el técnico puede mencionar y que tienen que ver con la mejora de ecoeficiencia del edificio (además de un capítulo dedicado a accesibilidad). Y es en esta parte donde creemos que los profesionales de la edificación tenemos una oportunidad para hacer ver a los usuarios que, más allá de las actuaciones de carácter obligatorio que la ITE hace enmendar (corregir las deficiencias) hacer una actuación global de mejora de la envolvente mediante adición de aislamiento térmico tanto en fachadas como en cubierta (además de otras medidas como renovar carpinterías con mejores características), puede significar una mejora enorme en sus vidas, tanto en cuanto a su salud como la de su bolsillo, ahorrando una buena cantidad de dinero en la factura de calefacción (para los que tienen calefacción, claro).
Una oportunidad nada fácil de hacer ver, por desgracia, ya que también constatamos boquiabiertos que, en los mismos pisos en que se cubren con mantas, muchos tienen televisores que ocupan media pared de la sala de estar.

Rehabilitación Energética
Los Certificados de Eficiencia Energética también representan, de una manera más evidente, esta oportunidad para hacer ver a los usuarios que una mejora consistente en Rehabilitación Energética puede variar drásticamente sus condiciones de confort, salud y economía. Y visto de una manera holística, una reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera. Mucho trabajo por hacer pero una obligación por parte de los arquitectos, y más por los que apostamos decididamente por una arquitectura eficiente y sana.
Hacer casas unifamiliares ecológicas está muy bien pero no podemos olvidar que el grueso de la población vive y vivirá en edificios plurifamiliares, la mayoría en edificios ya construidos, y por tanto, susceptibles de ser mejorados. Las Rehabilitaciones Energéticas son una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de mucha gente y reducir de manera notoria las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, actuando así, en las 3 patas que deberían sustentar el concepto sostenibilidad: medioambiental, económico y social.